Un rito se define como una costumbre o ceremonia con una serie de requisitos, formalidades, acciones y significados que se deben cumplir para dar lugar a una transición simbólica. Hacemos rituales en los diferentes momentos importantes de nuestras vidas, algunos muy cotidianos son baby shower, bautizos, cumpleaños, matrimonios, aniversarios, graduaciones, funerales, y hoy en día se hacen también ceremonias para celebrar otras situaciones de cambios vitales, por ejemplo, la inauguración de un negocio, el estreno de una vivienda (open house) y hasta los divorcios. Los ritos nos ayudan a marcar un antes y un después, a homenajear, despedirnos y empezar ciclos nuevos en nuestras vidas.
En este caso nos ocuparemos especialmente de los ritos fúnebres, que se caracterizan por ser “conductas de gran precisión, con gran cantidad de detalles, altamente estereotipadas y a menudo repetitivas que connotan un sentido de control sobre uno mismo y el contexto, y que psicológicamente, buscan reducir la ansiedad y el sentimiento de incertidumbre” (1). Los ritos funerarios más conocidos en nuestro contexto colombiano son los católicos, mediados por una misa, un velorio y muchas veces un entierro; sin embargo, más allá de la existencia de creencias religiosas, los rituales funerarios tienen un papel protagonista en el duelo. Todo el proceso ceremonial se prepara y se lleva a cabo pensando en la persona fallecida, buscando que cada símbolo, palabra, prenda, flor, color, etc., permita recordar y honrar su memoria; a pesar de esto, sus funciones y beneficios son realmente para los dolientes.
Jorge Bucay en su libro “El Camino de las Lágrimas” (2) refiere que es en estos espacios donde se le da permiso a la muerte. Socialmente la muerte es un tabú, hablar de ella está mal visto, pero es en los velorios, misas y cementerios donde las personas pueden nombrarla y llorarla, acompañados y sin ser juzgados. En este sentido, los rituales tienen una función terapéutica, social y simbólica, de los cuales Kenneth Doka menciona 8 beneficios para el proceso de duelo (3):
De esta manera, los rituales permiten aumentar el sentido de seguridad y conexión con los demás, reduce el estrés, la ansiedad y la impulsividad. Favorece el apoyo social y la regulación y expresión emocional (1). Ayudan a iniciar el proceso de duelo con el reconocimiento y aceptación de la pérdida estimulando a su vez las despedidas que dan pie a la reorganización de la vida (4).
Es por esto que, la no realización o postergación de estos rituales, independientemente de las creencias religiosas y espirituales, puede implicar una seria afectación a la salud mental, física y espiritual de los dolientes (1), ya que al no poder ponerle un fin al momento de shock y caos, y un inicio al duelo, el estrés y malestar aumentan y se dificultan los procesos de separación, despedida y aceptación de la pérdida; además de que sin estos espacios la activación de redes de apoyo no se da naturalmente, afectando por tanto al duelo y poniendo en alto riesgo la salud mental de las personas (5), pues podría derivar en duelo complicado (ver Duelo patológico).
Este es uno de los riesgos que tenemos para la salud mental en estos momentos. Las personas fallecen todos los días por diferentes causas, pero hoy vivimos una serie de restricciones para prevenir el contagio por Covid-19 que se basan en la limitación del contacto social, por lo que los ritos funerarios están muy restringidos y en muchos casos prohibidos, sumado a que el confinamiento dificulta además el apoyo social. Por esto, es importante estar atentos a nuestras manifestaciones frente al duelo y de nuestras personas cercanas, buscar alternativas para despedirnos (Ver Rituales de despedida alternativos), que si bien no van a reemplazar a los ritos tradicionales si nos pueden ayudar a hacer más conscientes nuestras pérdidas para poder aceptarlas, procesarlas, y de ser necesario, buscar ayuda profesional. Recuerda que buscar ayuda es una señal de salud mental.
Referencias:
1. Universidad de Palermo, Yoffe L. Rituales funerarios y de duelo colectivos y privados, religiosos o laicos. Av En Psicol [Internet]. 2014 Aug 1;22(2):145–63. Available from: http://revistas.unife.edu.pe/index.php/avancesenpsicologia/article/view/182
2. Bucay J. El camino de las lágrimas. Penguin Random House Grupo Editorial España; 2011. 186 p.
3. Rodil Gavala V. Los ritos y el duelo: vivir tras la pérdida. Vol. 26 de Centro de Humanización. Sal Terrae; 2013. 196 p.
4. Worden JW. El apego, la pérdida y la experiencia del duelo. In: El tratamiento del duelo: Asesoramiento psicológico y terapia [Internet]. 4a. edición. Ediciones Paidós; 2013. Available from: https://www.ecofuneral.es/wp-content/uploads/2018/10/williamworden_duelo.pdf
5. Madoz V. Vivir la muerte: La muerte y el morir. Verbo Divino; 2015. 181 p.